lunes, 28 de abril de 2014

Para entender el conflicto interno de Ucrania

Los recientes enfrentamientos político-económicos entre Rusia y Estados Unidos mantienen atentos a todo el mundo. Es obvio que esto ocurra, pues el problema tiene posibilidades (latentes aunque remotas) de desencadenar un conflicto a mucha mayor escala. Ya veremos que pasa.

De cualquier manera si deseamos comprender tanto este conflicto como otros que posiblemente ocurrirán en el transcurso de los próximos meses es importante tratar de revisar lo que ha estado sucediendo dentro de Ucrania. Debo admitir que al principio me costó entenderlo, pues el problema saltó de la expulsión de un presidente a una intromisión rusa seguida de (si, otra vez) la estadounidense, luego la independencia de una isla, sanciones económicas contra Rusia y de la noche a la mañana levantamientos en todo el este de Ucrania. En realidad la situación central de alguna manera no puede apreciarse directamente observando los principales incidentes (o los más escandalosos), así pues recapitulemos.

Podemos plantear estos acontecimientos desde algo tan simple como una rencilla política entre el que será nuestro protagonista por un rato Víktor Yanukóvich y sus principales opositores Víktor Yúshchenko y Yulia Timoshenko. Esta disputa reflejaría al interior del país, una disputa entre Rusia y Estados Unidos junto a la Unión Europea por la influencia política y económica del territorio.

Viktor Yanukóvich fue miembro del Partido Comunista de la Unión Soviética, en su juventud estuvo preso por delitos comunes y su carrera política ha estado asociada constantemente a casos de corrupción y fraude, posteriormente alcanzó el liderazgo del Partido de las Regiones, el cual se define como rusohablante y centrista al buscar hacer coincidir distintas ideologías políticas. La ideología y postura política de Yanukóvich lo acercaría a Rusia, otorgándole el apoyo de la nación vecina en múltiples ocasiones.

Viktor Yúshchenko en 1997 es designado como dirigente del Banco Nacional de Ucrania y su trabajo en torno a este le consigue gran aceptación ante Estados Unidos y Europa Occidental. Posteriormente se convierte en dirigente de la coalición Nasha Ukrayina una agrupación de partidos políticos de carácter liberal-conservadora.


Yulia Timoshenko fue lider del partido poítico Batkivshchyna de ideología liberal-conservadora, empresaria de la industria del gas y una de las personas más adineradas de Ucrania.

Viktor Yanukóvich compitió por la presidencia en 2004 contra Víktor Yúshchenko (quien sufrió envenenamiento por dioxina durante los comicios, resultando con una grave deformación en su cara), su victoria dio lugar a la Revolución Naranja. La opinión popular acusaba a Yanukóvich de haber ganado a través del fraude electoral. Las protestas de los inconformes lograron anular la elección y el 26 de diciembre del mismo año se realizaron nuevas elecciones en las que se declaró ganador a Yúshchenko.

El 21 de Febrero de 2005 bajo el gobierno de Yúshchenko, Ucrania firma un Plan de Acción Conjunta con la Unión Europea, como parte de un proceso iniciado desde 1994 para integrar al país en la Unión Europea. Esto formaba parte de múltiples procesos diplomáticos emprendidos por la Unión Europea desde la caída de la Unión Soviética, en el mismo afán de ganar influencia ante los antiguos socios de Rusia.

En 2009 terminó el periodo de gobierno de Viktor Yúshchenko y se organizaron las nuevas elecciones donde compitió su principal aliada Yulia Timoshenko contra ya el viejo rival Viktor Yanukóvich, quien esta vez sería declarado ganador de manera legitima.

En 2010 Timoshenko es destituida del cargo de primera ministra que ostentaba entonces y en ese mismo año inician una serie de procedimientos legales en su contra, acusándola de firmar contratos de gas con Rusia que dejaban en desventaja a Ucrania. Es arrestada el 5 de agosto de 2011 y luego declarada culpable de los cargos, la sentenciaron a 7 años de prisión. 

La idea general era que el arresto se había realizado en realidad por resentimientos políticos del presidente Viktor Yanukóvich, esto ocasionó una gran inconformidad social pues Yulia Timoshenko tenía muchos seguidores, además su ideología política concordaba mucho con la de Estados Unidos y la Unión Europea, por lo que los gobiernos de estas naciones no tardaron en protestar. 

El 30 de marzo de 2012 el presidente de Ucrania firma un acuerdo que por fin, después de un proceso largo, permitiría al país ser parte de la Unión Europea. Sin embargo, su ratificación era necesaria para que entrara en función y esta no sería otorgada si no se cumplían una serie de condiciones, entre estas la liberación de Yulia Timoshenko y el impulso al sector industrial del país. El gobierno de ucrania se rehúsa a aceptar las condiciones de la Unión Europea y las negociaciones para la ratificación se enfrían.

A pesar de que muchos ciudadanos ucranianos estaban en su contra, Yanukóvich tuvo la oportunidad de reafirmar su posición política en las elecciones parlamentarias realizadas durante octubre de 2012; pues las votaciones favorecieron a su partido político (Partido de las Regiones). Hubo inconformidad de parte del pueblo ucraniano e incluso acusaciones de fraude, pero los observadores enviados por la Comunidad de Estados Independientes declararon que las elecciones eran legitimas.

Detengámonos un momento para reflexionar lo que estaba pasando en Ucrania, la opinión pública estaba muy polarizada, mientras en la región occidental se buscaba una cercanía con la Unión Europea y existía más afinidad con sus políticas económicas, al oriente había una gran cantidad de ruso parlantes que se identificaban más con las formas e ideales de Rusia y la Comunidad de Naciones. Lo que ha dificultado la dirección de las políticas del país tanto al interior como al exterior. Incluso la consideración del Ruso como idioma oficial ya para ese año era tema corriente de discusión. 

Viktor Yanukóvich había instado a la Rada Suprema (parlamento) ha legislar para cumplir con las condiciones impuestas por la UE, aunque no se hace mucho al respecto. El 20 de diciembre del 2013 el gobierno de Ucrania cancela los preparativos para la firma del acuerdo, alegando que la caída en la producción industrial se había agudizado y que las relaciones con la Comunidad de Naciones se habían visto afectadas. Esto da comienzo a las protestas denominadas como "Euromaidán". Que son aplacadas con violencia por el gobierno. Se esperaba que el acuerdo se ratificara el 29 de ese mes durante la cumbre de la Unión Europea, pero no fue así. Los funcionarios involucrados alegaron que se pospondría para una fecha posterior.

Las manifestaciones continuaron. Así que el 16 de enero del 2014, la Rada Suprema implementó leyes que restringían el derecho de manifestación, lo que contrario a lo deseado, ocasionó un fuerte incremento de la violencia.

La nueva legislación no dura mucho, pues el 28 de enero el primer ministro Mikola Azarov, ante las manifestaciones dimite al cargo, dejando toda la responsabilidad de las manifestaciones a Yanukóvich y ese mismo día la mayor parte de las leyes implementadas contra las protestas son abolidas por la Rada Suprema, hecho que no logra calmar la ira del pueblo que ya había derramado sangre en su lucha.

Después de una serie de violentos enfrentamientos, cantidades de muertes altas como para ser tomadas en cuenta y un polémico uso de armas de fuego por las fuerzas del orden público, el 21 de Febrero gracias a intervenciones diplomáticas tanto de Rusia como de la Unión Europea, el gobierno ucraniano cede ante las demandas de la oposición. El acuerdo al que se llegó, indicaba retomar la constitución de 2004 (que carecía de muchos movimientos legislativos que habían causado malestar), se formaría un gobierno de unidad nacional, se realizaría una reforma constitucional que debería estar lista a más tardar en septiembre y a partir de esta, se realizarían unas nuevas elecciones. Los acontecimientos siguientes sorprenderían a todo el mundo.

Durante la misma noche del 21 de Febrero, Viktor Yanukóvich viaja a la ciudad de Járkov, donde se suponía participaría en un congreso de diputados y gobernadores, ante la visión de que las cosas comenzarían a calmarse e iniciaría la restauración del país (O tal vez huyendo de lo que estaba por ocurrir). En la mañana del 22 de Febrero, ignorando el acuerdo realizado, los opositores tomaron el control del gobierno. Ese mismo día y a consecuencia de lo anterior, múltiples acontecimientos históricos sucedieron uno tras otro: el parlamento sin seguir los procedimientos indicados en la constitución, destituyó al presidente; Yulia Timoshenko fue liberada y el bloque occidental comenzó las labores de apoyo económico para el nuevo gobierno en Kiev. Aquí es donde la crisis internacional nace verdaderamente, el conflicto por la influencia sobre Ucrania nunca había sido tan evidente.

Ante lo acontecido Viktor Yanukóvich declaró que había sufrido un golpe de estado y Rusia que si bien, no estaba de acuerdo con muchas de las acciones de su gobierno, era consciente de que sin él como gobernante, difícilmente podría sostener la influencia que deseaba sobre Ucrania. Por lo que otorgó todo su apoyo al derrocado presidente. Rusia solicita a la Unión Europea que hagan presión para que el tratado alcanzado el día anterior (sí, el 21 de febrero) se cumpla. y aunque en un inicio parecen darle la razón, las acciones posteriores no irían en esa línea.

Sitios recomendados
http://www.principiamarsupia.com/2014/02/21/claves-para-comprender-lo-que-ha-ocurrido-en-ucrania/

viernes, 25 de abril de 2014

Un acierto accidental

¿Alguna vez has escuchado ese silencio que no es mudo? ese que cuenta cosas pero no te dice nada. Ese que es más bien ruido que describe aislamiento y soledad. Ese que se hace presente cuando prendes la televisión para quitarle profundidad al hueco frío que te cobija al llegar a casa. Ese del que uno llega a enamorarse casi sin darse cuenta. Ese que me hizo desearte nuevamente en mi vida y que me hacía preguntarme de cuando en cuando qué se había hecho de ti.
Yo no lo sabía, nunca lo imaginé. Apenas era como una sospecha fundada a conciencia en el deseo y no en la razón, más como una fantasía. Sería una grata realidad. Pero no lo hubiera creído, aunque saberlo me hubiera animado. Te hubiera llamado más de una vez, para que rompieras mi silencio, ese que resguardaba con tanto amor. Ese que sólo te habría permitido a ti alejar de mi. Pero no lo sabía entonces y por lo tanto no lo hice, debí hacerlo, debí estar cerca. Lo lamento tanto.
Seguí hacia delante, mirando al frente como quien camina en torno a un círculo, lo hice sin pensarlo mucho y tampoco pensé en ti. No tenía motivos para hacerlo. Ni siquiera me cruzó entonces por la mente que te vería otra vez. Era obvio sí, eventualmente ocurriría, pero de manera casual, tal vez cuando recuperara mi espacio y mi tiempo. Hice una lista del conjunto, tantas caras por los años diluidas y tu estabas ahí, de forma especial por supuesto, pero difusa como todos los demás.
Ahora estoy convencido que era un error correcto, un acierto accidental, regresar hubiera sido bueno por un tiempo, pero no podría haber soportado mucho más. Aún así. Sabía que era momento de cerrar viejos círculos y de recuperar algo del respeto perdido. Cómo podría haber imaginado que al final todo se reduciría a ti. Si alguien me lo hubiera dicho entonces sería claro como el vidrio. Pero no tenía manera. No había posibilidad. Todavía el día de hoy, me cuesta tanto creerlo.

miércoles, 9 de abril de 2014

El nacimiento de Sfen

Sfen no nació en un instante, se formó a través del tiempo, siguiendo los procesos naturales del universo que luchan siempre contra la entropía. Se formó debajo de esa línea de silencio que existe entre esos que hablan y aquellos que escuchan. Esa frontera que le permite a los más bajos ser dueños de su propio pensamiento. Ahí nació Sfen, cuya existencia solo puede contarse a partir del momento en que él ya era, y sin embargo antes de ese momento él ya era Sfen también.
Sus pensamientos se dirigían siempre a través de aquellas ventanas, la única salida visible en la gran habitación, así su imaginación emprendía el vuelo y surcaba entre aquellas figuras que se trazaban en el cielo, limitado solo por el marco rígido de esas paredes grises que ahogan cualquier corazón.
Pero sus pensamientos no siempre eran buenos, jamás oscuros, a veces siniestros. Era la frustración la que consumía su alma y esas voces el arma capaz de romper sus barrotes. Carne y hueso golpeaban los cristales, se machacaban contra el metal dando nueva forma a los hierros que antes impedían el camino al cielo. Y en los cuerpos molidos de sus represores no quedaba ni un aliento. Siempre era así, siempre en sus sueños. La realidad no era tan insensata, tan lúgubre ni tan mala. El universo tiene extrañas formas de encontrar el balance.