miércoles, 3 de noviembre de 2021

El aire no huele a vino

 Pero que sensación, la de caer constante, infinito.

Pero que excitación provoca el barrer las nubes con el rostro.

Destellos de arcoíris iluminan a mi espíritu.

Metro con metro, cada segundo al descender.

Es tan grande el miedo que creo que voy a enloquecer.

Tal vez podré tomar una siesta antes de tocar el suelo.

Sigo quemado por el sol.

A veces me olvido que caigo.

Si.

En una de esas dormiré.

A veces me olvido de que duermo.

Creo que en una de esas nadaré.

Profundo en el cielo.

Hasta tocar el fondo.

¿Quién grita?

¿Quién llama?

¡Ah!

Tan solo son ustedes...

Pero ustedes están muertos.

¿Ya lo olvidaron?

¡Mentira!

Es que todavía no saben que ya tocaron fondo.

¡Ja!

A veces...

Cuando olvido que me asfixio.

Siento que me quemo.

Y algunas de esas veces me pregunto,

cómo será aquel impacto que me arrebatará el sol.

Tal vez será como un...

¡Pum!


No hay comentarios.:

Publicar un comentario